Rentabilidad – Riesgo.
La industria de las Instituciones de Inversión Colectiva (IIC) a nivel mundial sigue manteniéndose líder como vehículo canalizador de ahorros y generación de riqueza, acumulando un patrimonio estimado de 62,5 billones de euros, de los cuales 38 billones de euros corresponden a instituciones de inversión colectiva y 24,5 billones de euros a fondos de pensiones, según datos extraídos de Inverco. Las regiones con más IIC ordenadas de mayor a menor son las siguientes: Norteamérica, Europa, Asía y Oceanía y finalmente Iberoamérica, por lo que Europa se erige como segundo continente en aglutinar un mayor número de esta clase de instituciones, traduciéndose en una mayor confianza sobre estos vehículos por parte de los individuos.
Centrando el análisis en España, los datos registrados siguen ofreciendo resultados históricos tanto de patrimonio (501.050 millones de euros) como de número de partícipes (10.493.291), con un crecimiento del 4,9% y del 7,4% respectivamente entre 2015 y a cierre del 2016. Este auge de las IIC, cuyo crecimiento y consolidación estuvo propiciado por las políticas expansivas adoptadas por el Banco Central Europeo (BCE) durante la década de los noventa, origina la necesidad de creación de departamentos especializados en el análisis de fondos de inversión.
Uno de los principios básicos que adquirimos en finanzas es que en cualquier inversión se tendría que cumplir aquello de que a mayor rentabilidad esperada mayor riesgo (riesgo entendido como volatilidad) se habrá que asumir, pero ¿es cierto aquello de que los activos más rentables son los que mayores riesgos ostentan? Lo comprobamos con el análisis de 20 fondos de inversión focalizados en renta variable española (los diez fondos más rentables vs. los diez fondos con peores rendimientos).
Inverco es la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones, y agrupa a la práctica totalidad de las Instituciones de Inversión Colectiva españolas (fondos y sociedades de inversión), a los fondos de pensiones españoles, y a las Instituciones de Inversión Colectiva extranjeras registradas en la CNMV a efectos de su comercialización en España, así como a diversos miembros asociados.
En el siguiente gráfico se recoge la rentabilidad acumulada durante los años 2010 – 2017 de cada uno de los fondos de inversión anteriormente citados.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Morningstar
Como se puede apreciar, los nueves primeros fondos obtienen una rentabilidad media de 54,77%, excluyendo el F2 ya que distorsionaría el cálculo al generar una rentabilidad acumulada del 333,87%, mientras que los diez fondos restantes (los botton performance) han generado una rentabilidad media del -0,28%.
A priori, los datos obtenidos responden perfectamente a la clasificación anterior establecida, pero si a estos les incluimos el riesgo (volatilidad) y volvemos a compararlos encontramos una disonancia, la cual choca de frente con el principio de a mayor rentabilidad mayor riesgo, véase gráfico 2, en donde los diez primeros fondos obtienen una rentabilidad mayor asumiendo un riesgo menor.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Morningstar
Si llevamos a cabo el análisis mediante la rentabilidad ajustada al riesgo, se diferencian dos grupos (véase gráfico 3); el grupo 1 cuyo riesgo es inferior y genera una rentabilidad mayor que aquellos fondos englobados en el grupo 2.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Morningstar
De este modo se constata que los fondos top performance, cuyas rentabilidades son mucho más elevadas, recogen un riesgo (volatilidad) inferior que aquellos con menor rentabilidad generada. Esta disonancia tiene su razón de ser en la calidad el gestor y su habilidad de llevar a cabo un buen securtiy selection acompañado de un control del market timing y gestión de riesgos.
Finalmente, y a modo de conclusión, el rápido crecimiento de la industria de instituciones de inversión colectiva y, por ende, el enorme abanico de activos, hace que el análisis de estos vehículos cobre vital importancia como se ha puesto de manifiesto anteriormente: la elección de fondos con una mayor rentabilidad esperada no necesariamente tiene que traducirse en asunciones de mayores niveles de riesgo.